Este mes ha terminado el último gran evento Marvel, Imperio Secreto, y con él ha llegado a su final natural la etapa de Nick Spencer al frente de las dos colecciones del Capitán América. Encontraremos un epílogo en la maxiserie de números unitarios personalizados que es Generaciones, pero la historia de reivindicación de Sam Wilson como un digno Capitán América y de la caída en desgracia de Steve Rogers como agente de Hydra ha tocado a su fin.
Lo que viene a continuación es un análisis en profundidad de lo que ha dado de sí el evento en su miniserie central, es decir, que este artículo contiene spoilers de gran importancia, así que, si has llegado hasta aquí esperando una reseña genérica que no revele nada acerca de la trama, te invito a que vuelvas cuando hayas terminado de leer (y aquí tienes una guía de lectura cronológica del evento con todos sus tie-in). A su vez, si lo que esperas es una especie de resumen para ponerte al día de la situación del universo Marvel de cara a la nueva etapa, Marvel Legado, ¡bienvenide seas!
HAIL HYDRA:
Las llaves del Imperio
Antes de empezar a desgranar los 12 números que componen la maxiserie, conviene hacer un alto en el camino. Como ya dejamos claro en la guía de entrada a Imperio Secreto, es necesario comprender que los acontecimientos de Punto muerto que llevaron al rejuvenecimiento de Steve Rogers mediante la niña-cubo cósmico Kobik también reescribieron su versión de la Historia: en la línea temporal de este reformado Rogers, los Aliados perdieron la Segunda Guerra Mundial, pero se hicieron con el primer Cubo Cósmico y reescribieron la Historia para ser los vencedores y derrotar definitivamente a los nazis. En esta misma línea temporal, Rogers fue educado por Elisa Sinclair, una bruja miembro de la Hydra primigenia, conectada únicamente con los nazis por intereses de poder a mediados del siglo XX. Así pues, Steve Rogers siempre ha sido un agente doble a mayor gloria de Hydra a lo largo de toda su vida, de la vida que este Steve ha vivido (que no es la que el Steve original vivió).
Este es el secreto mejor guardado del universo Marvel hasta la llegada del Imperio Secreto, ya que «nadie» lo conoce, ninguno de los héroes sospecha realmente, y quienes se han acercado a la verdad no han terminado bien parados. Así pues, desde su retorno, Rogers moverá los hilos entre los resquicios de los acontecimientos más graves del universo Marvel, con especial hincapié en la última guerra civil superheroica. A lo largo de su serie descubriremos que detrás de la mayoría de sucesos de Civil War II que precipitaron el enfrentamiento masivo, las brechas de confianza e incluso las muertes entre los héroes, estaba la mano negra de Steve Rogers. Todo ello orientado, de un modo u otro, a recuperar el manto de Capitán América y tomar el poder al más alto nivel.
Es por esto que resulta de vital importancia la lectura del epílogo a Civil War II, El juramento, escrito por el propio Nick Spencer, prólogo a su vez de Imperio Secreto.
Civil War II – Epílogo: El Juramento
Título original: Civil War II: The Oath #1
Guionista: Nick Spencer
Artista completo: Rod Reis
Publicación USA: Enero 2017
Publicación España: Abril 2017 (Panini)
Sinopsis: Divididos entre los partidarios de una justicia proactiva a través de las predicciones del inhumano Ulysses, y el rechazo de de quienes creen inmoral juzgar como criminales a quienes aún no han cometido delitos, la segunda guerra civil superheroica terminó con Iron Man en coma. Steve Rogers, recién nombrado nuevo director de S.H.I.E.L.D., visitará el cuerpo inerte de Tony Stark para confesarse, sabedor de que su victoria ya es completa.
Valoración: Recogiendo el testigo de lo que el propio Bendis, guionista de la Civil War II, hiciera con la Civil War original de Mark Millar, en ese epílogo que fue La confesión, Spencer escribe en El juramento su reverso oscuro, con las tornas cambiadas: el Capitán América triunfante frente al derrotado y comatoso Tony Stark. No es casual que, no habiéndose enfrentado abiertamente e incluso habiendo luchado en el lado de Stark, sea Steve Rogers y no Carol Danvers, antagonista principal de Iron Man en esta guerra, quien se dirija a Stark en el epílogo. Y es que Rogers confiesa sus planes a Tony, y deja intuir lo que los lectores de su serie ya saben: que fue él quien movió los hilos para provocar la muerte de Bruce Banner, que es él quien ha estado presionando a Carol para forzar una reacción opuesta que la lleve a poner en marcha un escudo planetario, y que la visión de Miles Morales asesinando al Capitán América no era de un presente inmediato…
Spencer, así como un irregular Rod Reis que, sin embargo, clava una atmósfera desoladora y peligrosa, juegan a la perfección la carta psicológica de este nuevo Steve Rogers, y este epílogo a una historia que apenas tenía que ver con él lleva a una relectura de varios acontecimientos de importancia producidos en los últimos meses, reescribe nuestras creencias sobre el universo Marvel actual. Y, finalmente, plantea una promesa, una terrible promesa de que el mundo va a cambiar, va a arder, y de las cenizas de este viejo mundo resurgirá al mejor, más fuerte… «Corta una cabeza y dos más aparecerán en su lugar». Y así, un corrupto ave fénix pronunciará las palabras: ¡HAIL HYDRA!
El momento:
La caída. La última gran victoria. La entrega de las «llaves del reino» a un Steve Rogers que, aunque movió los hilos para que su fiel (y desconocedora de la verdad) Sharon Carter ocupara el cargo, se convierte de nuevo en director de S.H.I.E.L.D., el cargo más apropiado para lo que está por venir. La cabeza cuyos tentáculos tendrán ya pleno acceso los más altos poderes de los Estados Unidos de América.
IMPERIO SECRETO:
El evento central
Desde su nueva posición de poder, y apareciendo ya en su cargo en varias series, Rogers seguiría colocando las piezas para su golpe maestro, entre las cuales se encontraba recuperar el cadáver de Bruce Banner, resucitado por la mano para convertirlo en un zombie gamma samurái en Imposibles Vengadores; disciplinar a Roberto DaCosta y sus Vengadores USA, ahora una facción de S.H.I.E.L.D., para coartar su participación en la salva de apertura del alzamiento de Hydra; eliminar al Soldado de Invierno y sus Thunderbolts de la ecuación, con el Barón Zemo, aliado de Rogers, vengándose del asesino de su padre lanzando a Bucky en un cohete que explotará con él sobre el Atlántico; y provocar una invasión de millones de chitauri, llevando a la Capitana Marvel y los héroes (realmente) más poderosos de la Tierra al espacio tras organizar un atentado que, aparentemente, desactivaría el escudo planetario. Así, con Kobik destruida en pedazos de cubo cósmico, y con la exiliada Maria Hill revelando el secreto de Rogers a Rick Jones tras descubrirlo en la nación villana de Bagalia, quedan asentadas las bases para el evento del año.
Imperio Secreto #0
Título original: Secret Empire #0
Guionista: Nick Spencer
Artistas completos: Daniel Acuña y Rod Reis
Publicación USA: Abril 2017
Publicación España: Agosto 2017 (Panini)
Sinopsis: En 1945, Herr Rogers se baña en la fuente de poder de Hydra en la ciudad perdida de Ashomia para proteger su memoria cuando sea encontrado por los Vengadores años más tarde. En el presente, el director Rogers toma el control del gobierno para Hydra aislando a los héroes más poderosos en el espacio, envolviendo Nueva York en una cúpula de la Dimensión Oscura y desplegando sobre la Casa Blanca los helitransportes de Hydra.
Valoración: Quien se adentre en este número sin haber leído nada más de la saga de Nick Spencer se verá desconcertado por ese prólogo de Rod Reis, la última pieza que faltaba para conectar las escenas del pasado del Rogers hydratado con el presente para que su versión de la Historia fuera coherente. Pero todo lo que viene a continuación es probablemente una de las entradas más potentes a un evento en años, con el nuevo director de S.H.I.E.L.D. recogiendo la cosecha de todas las semillas plantadas en el último año. Todos los héroes derrotados o neutralizados, uno tras otro. Implacable, Rogers muestra definitivamente sus cartas al público, para horror de Sharon Carter, la persona que más traicionada puede sentirse en este momento.
Los héroes cósmicos condenados a enfrentarse a infinitas oleadas de alienígenas, literalmente entre la espada chitauri y la pared del escudo planetario que les ha aislado del planeta. Los héroes callejeros luchando contra los villanos fugados de Pleasant Hill, la prisión reescritora de realidades de Punto muerto, reunidos por Rogers para centrar la atención en Nueva York y, a continuación, ser encerrados por Apagón en una burbuja de oscuridad bajo la cual deberán enfrentarse día y noche a los demonios de la Dimensión Oscura. El resto, testigos de una nación doblegada en cuestión de minutos por el plan maestro de una organización liderada por el hombre en quien más confiaron, son la última resistencia. En unas pocas páginas, el poderoso sombreado de Daniel Acuña ahoga al lector en la misma desesperanza que Spencer ha sumido a los héroes y la sensación inicial de irrealidad da paso a la progresiva constatación de la mayor de las derrotas.
El momento:
«Yo no estoy en peligro. Yo soy el peligro.» Parecida a esta frase de Walter White es la de Steve Rogers, revelándose frente a la tripulación de S.H.I.E.L.D. y los invasores de Hydra como el hombre que ha estado moviendo los hilos. La incomprensión y el violento desconsuelo posterior de Sharon Carter es lo que termina de vender la gravedad de la situación a un nivel emocional. Hasta el último segundo se cree en la inocencia de Steve, sugiriendo la Agente 13 que deben haber hipnotizado a Rogers, algo que negará al instante, con la mirada más oscura que ha dedicado jamás a su amada.
Imperio Secreto: Día del Cómic Gratis 2017
Título original: Free Comic Book Day 2017: Secret Empire
Guionista: Nick Spencer
Artista completo: Andrea Sorrentino
Publicación USA: Mayo 2017
Publicación España: Mayo/Septiembre 2017 (Panini)
Sinopsis: En el fragor de la batalla de héroes contra villanos fuera de la cúpula de la Dimensión Oscura, con los héroes acorralados pero resistiendo, los comandantes del Alto Consejo de Hydra descienden con Steve Rogers a la cabeza para poner fin al enfrentamiento.
Valoración: Publicado en Estados Unidos poco después del #0, el tono de aquél rima con estas diez páginas extra que nada tienen de relleno, a pesar de ser publicadas en el Día del Cómic Gratis. Es la derrota final de los héroes, es la muerte de la esperanza. Spencer juega muy bien sus cartas, arrancando con una página que recoge los motivos de Steve Rogers para hacer del mundo un lugar mejor (bajo el yugo de Hydra): la lucha fratricida de héroes y gentes en los últimos tiempos, representada por las numerosas confrontaciones entre personajes que deberían ser aliados. Y la nueva batalla arranca, tonalmente, como cualquier otro evento marvelita, con los superhéroes intercambiando chistes que tratan de ocultar su preocupación, pero nada fuera de lo normal más allá de la dureza del enfrentamiento.
Es la llegada de Rogers lo que resquebraja los ánimos, lo que destruye la confianza, lo que confirma la traición y lo que, en última instancia, rompe a los héroes. Andrea Sorrentino, que tal vez no era el mejor dibujante para este evento (o al menos para compartir futuras páginas con dibujantes de estilos tan dispares), suple sus tics con una composición de página que refleja esa progresiva caída en desgracia de los héroes. Desde el momento en que Rogers les ofrece la posibilidad de rendirse a una causa mayor y Stark pronuncia la negativa que reanuda la batalla, la página se va rompiendo en viñetas cada vez más pequeñas que muestran a los héroes siendo derrotados, hasta la espectacular y determinante revelación final.
El momento:
Nada en este tebeo (y en el evento, prácticamente) supera a la potencia visual y simbólica de esa splash page final revelando a Steve Rogers, Hydra Supremo, como digno de portar el sagrado Mjöllnir y de blandir el poder de la exiliada Thor. Si hasta el martillo considera al enemigo digno, ¿qué esperanza queda para los héroes?
Imperio Secreto #1
Título original: Secret Empire #1
Guionista: Nick Spencer
Dibujante: Steve McNiven
Entintador: Jay Leisten
Colorista: Matthew Wilson
Publicación USA: Mayo 2017
Publicación España: Septiembre 2017 (Panini)
Sinopsis: Ha pasado un tiempo desde que el nuevo gobierno de Hydra salvó al país. Las escuelas ya enseñan la auténtica Historia, la economía va viento en popa gracias a la gestión del Doctor Faustus, el paro se reduce a gran velocidad con las nuevas construcciones, se han solucionado los problemas con las relaciones exteriores, los trenes salen a su hora y las escasas muestras de resistencia están siendo perseguidas. ¡HAIL HYDRA!
Valoración: Sorprendente, aunque acertadamente, Spencer introduce un flash forward leve a unos Estados Unidos que han aceptado el régimen de Hydra, pero tampoco ha pasado tanto tiempo. Así es como deja caer algo en lo que ahondará más en las series individuales de los Capitanes América: en un nada velado paralelismo con la actualidad, muchos son los americanos que aceptan de buen grado la entrada de una cuasidictadura fascista bajo la promesa de estabilidad, mejora en la economía, empleo… mostrando gran capacidad para mirar para otro lado frente a las injusticias, la desigualdad y la xenofobia que acompaña a esas medidas. Queda, pues, subrayada la intención final de Spencer cuando hizo de Steve Rogers un agente filo-nazi: poner de manifiesto cómo, en tiempos de crisis, bajo la bandera de un populismo nacionalista centrado en culpar de los problemas al testimonial (y xenófobo) «ellos» en lugar de realizar autocrítica del «nosotros», el fascismo se abre camino en las instituciones de todo el mundo.
En lo superficial, el guionista nos entrega un arma de Chéjov en forma de inhumano capaz de vomitar el objeto que más desea, disimulando al utilizarlo también como muestra del destino de los inhumanos en estos nuevos USA: los campos de concentración. Por un lado, presenta a la proverbial Resistencia al régimen, afincada en Las Vegas y formada, principalmente, por algunos de los héroes más jóvenes de la editorial junto a Ojo de Halcón, la Viuda Negra y la IA de Tony Stark. Y por el otro, a los nuevos Vengadores de Hydra, entre los cuales destacan la Bruja Escarlata poseída por la entidad demoníaca Chthon, la Visión hackeada, y Odinson, el indigno Thor cuyos motivos para traicionar a sus compañeros aún se desconocen. Steve McNiven, aunque lejos de sus mejores trabajos, realiza un trabajo encomiable en lo que a variedad de rostros y expresividad se refiere, obligado a dibujar un número tremendo de personajes diferentes. Aunque su labor destaca en la que es una de las escenas más dolorosas del evento, al menos para quien ha seguido toda la etapa previa de Nick Spencer…
El momento:
La muerte de Rick Jones en el pelotón de fusilamiento. No, no hay un inesperado momento de rescate, no hay un chaleco antibalas, una transformación gamma o un truco de magia que detenga las balas. Rick Jones está muerto, asesinado por orden de Steve Rogers tras ser coaccionado por el Alto Consejo de Hydra para mostrar fuerza y convicción. Sin embargo, es el trabajo de McNiven con los rostros el que nos vende esta historia, la amargura de Steve ante la acción que lleva a cabo. Si el martillo lo consideró digno es porque cree realmente en lo que está haciendo, en un mundo mejor que llegará cuando se haga con los fragmentos del Cubo Cósmico y reescriba la realidad a mayor gloria de Hydra, resucitando a sus compañeros caídos para que vean que tenía razón. Desgarrador.
Imperio Secreto #2
Título original: Secret Empire #2
Guionista: Nick Spencer
Artistas completos: Andrea Sorrentino y Rod Reis
Publicación USA: Mayo 2017
Publicación España: Septiembre 2017 (Panini)
Sinopsis: Hydra bombardeó Las Vegas, núcleo de la resistencia al régimen, y ahora los héroes deberán recuperarse de sus heridas, ayudar a los heridos, y tomar una decisión al recibir un mensaje de Rick Jones. Nueva York continúa luchando a oscuras contra los demonios de la Dimensión Oscura. Entretanto, en un paraje onírico aparece ¿otro Steve Rogers?
Valoración: El fusilamiento de Rick Jones fue el acercamiento personal a la influencia del Alto Consejo de Hydra en un Steve que confía en poder repararlo todo cuando se haga con el Cubo, pero el acercamiento global fue la destrucción sin piedad de la ciudad de Las Vegas para aplastar a la resistencia: ¿qué importan las consecuencias si al final todo podrá ser reparado? Maquinaria de propaganda para tapar la autoría del gobierno de Hydra, como buen modelo totalitario. Resulta inteligente que Spencer aproveche este momento para soltar la bomba del mensaje póstumo de Rick Jones aclarando lo que le ha ocurrido a Steve, porque da por fin una vía de solución a los héroes, un camino a seguir más allá de la supervivencia.
Y digo que resulta inteligente porque, en lugar de aprovechar la situación para provocar el enésimo cisma entre las dos posturas (buscar los fragmentos del Cubo para revertirlo todo o acabar con Steve Rogers), sólo hay realmente una disidente a efectos prácticos, la más proclive a tomar esa decisión, la Viuda Negra. Que para llevar a cabo su plan acabe creando su propia versión de la Habitación Roja deja entrever lo bien (y lo crudamente) que representa el guionista a Natasha, que no tarda en ser convencida por los jóvenes Campeones (con, fácilmente, el Amadeus Cho peor dibujado de la historia) para formar un equipo, aprovechando la profecía de Miles Morales para Civil War II: él asesinará a Steve Rogers… o eso teme, y busca respuestas. La promesa de reunión con Sam Wilson, la idiosincrasia de los héroes en la Nueva York oscura (¡Puñal!) y el primer acercamiento al misterio del Steve Rogers desmemoriado son la guinda. Ahora es cuando las tramas del evento se ponen realmente en marcha.
El momento:
Podría haber destacado el cliffhanger con la revelación del otro Steve Rogers, pero cuando pienso en el momento más potente de este número, no tengo ninguna duda: esa doble página dice TANTO de la personalidad de Natasha y de su relación con Clint que es imposible no disfrutarla. Además, Sorrentino está especialmente inspirado, tanto en la composición de la escena como en la ejecución y expresividad de los rostros. Y una vez que has leído el evento completo y echas la vista atrás, descubres que esto era la despedida…
Imperio Secreto #3
Título original: Secret Empire #3
Guionista: Nick Spencer
Artistas completos: Andrea Sorrentino y Rod Reis
Publicación USA: Mayo 2017
Publicación España: Septiembre 2017 (Panini)
Sinopsis: La búsqueda de aliados por parte de los Guardianes de la Galaxia contra la invasión chitauri resulta infructuosa y las fuerzas y el ánimo empiezan a hacer mella entre la Capitana Marvel y los suyos. Y mientras la Viuda Negra y su Habitación Roja se preparan para infiltrarse y acabar con Rogers, la carrera del resto por los fragmentos del Cubo suma el apoyo de Sam Wilson. Pero las fuerzas de Hydra se han unido a la búsqueda y sus incursiones les han llevado a Atlantis y Wakanda.
Valoración: A pesar de que el número anterior auguraba una entrada directa en acción, este episodio es pausado y el poco movimiento real (la invasión del templo de Atlantis) es relatado más que vivido. Esto no quita para que prácticamente todo lo que ocurre sea importante, bien para el desarrollo de lo que ya sabemos (el entrenamiento de los Campeones, la obtención de la agenda de Steve Rogers por parte de la Viuda Negra…), bien como avance de acontecimientos del futuro inmediato (la promesa de reunión con Hank Pym-Ultrón). Pero hay demasiado lugar para escenas fácilmente resumibles o directamente evitables, como dedicar dos páginas a Clint Barton, Tony Stark y los suyos convenciendo de participar a un Sam Wilson que es más que evidente que acabará aceptando, o cinco al fracaso de Hydra en Atlantis para obtener el fragmento del Cubo. No hablemos ya de las tres páginas finales empleadas para humillar al Capitán Boomerang, personaje fetiche de Nick Spencer, para dar una presentación potente al Castigador. Pero dado que las motivaciones de Frank Castle para unirse a Hydra acabarán siendo tan vagas como inconsecuentes, su papel dentro del evento es prácticamente irrelevante y estas páginas se sienten doblemente innecesarias (a pesar de su fuerza).
El elemento de mayor importancia de este número es la confirmación (poco) velada de que el pasaje onírico dibujado por Rod Reis con ese Steve Rogers que va reconstruyendo su propia imagen mental no es la realidad. Los paralelismos con la vida real que vivió el Steve Rogers que todos conocemos son presentados en forma de alegoría, revelando en este caso que la mujer en peligro del anterior episodio, que fallece en éste, es un reflejo de su madre, aunque él aún no es consciente. ¿Dónde se alberga este espacio construido a base de retorcer los recuerdos del buen Capitán América?
El momento:
Siendo un capítulo tan funcional, pocos grandes momentos podemos encontrar. Es por esto que ahora nos fijamos en uno pequeño, fácilmente olvidable, pero tan importante para contribuir a la creación de la atmósfera de estos Estados Unidos de Hydra: la feria de ciencias de la Juventud de Hydra, donde Spencer pone la lupa sobre un niño que ha construido un detector de inhumanos. Si el hecho en sí no fuera suficiente muestra de la gravedad con la que la infancia está siendo manipulada desde la educación para temer y odiar a los diferentes, el niño aconseja su uso para cuando se va de camping, un momento de asueto y relajación en el que, sin embargo, tiene interiorizado que hay que cumplir con el deber y señalar y tener miedo de esos diferentes. ¿Cuántas mentes saldrán corrompidas de este evento (y cuántas lo están ya en el mundo en el que nosotros vivimos)?
Imperio Secreto #4
Título original: Secret Empire #4
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Leinil Francis Yu, Rod Reis y Joshua Cassara
Entintadores: Gerry Alanguilan
Coloristas: Sunny Gho, Rod Reis y Rachelle Rosenberg
Publicación USA: Junio 2017
Publicación España: Octubre 2017 (Panini)
Sinopsis: Territorios ultrónicos, Alaska. Hank Pym, el hombre que creó a Ultrón y acabó fusionado con él, posee uno de los fragmentos del Cubo Cósmico y tanto Hydra como los Vengadores de la resistencia han organizado una misión para hacerse con él sin que el cyborg genocida se entere. Pero Hank Pym tiene otros planes.
Valoración: Una vez subrayada la relación entre el plano onírico que habita el otro Steve Rogers y la memoria del original, esta vez incorporando a (el difunto) Bucky Barnes y Sam Wilson, y después de revelar los progresos del equipo de la Viuda Negra (donde sufrimos por el apartado gráfico, con un Joshua Cassara que no hace un mal trabajo, pero cuyo estilo, junto con la paleta de colores de Rachelle Rosenberg, no podría ser más innecesariamente chocante con el de Leinil Yu y Sunny Gho), comienza la auténtica trama del número: la infiltración en la ciudad de Ultrón. Dejando a un lado la coincidencia de que héroes y villanos decidan ir al mismo tiempo a por el mismo fragmento del Cubo, el reencuentro con Hank Pym es, sin duda, uno de los momentos «innecesarios» más interesantes de todo el evento.
Y es que llega de boca de Ultrón el aireado de las vergüenzas de estos autoproclamados héroes, porque, sí, les tiende una trampa y sienta a todos los protagonistas alrededor de una mesa en una réplica de la clásica mansión de los Vengadores para darles de cenar. La humanización de Ultrón ya en los Imposibles Vengadores de Gerry Duggan le otorgó un grado de macabra ironía al personaje, similar a la de su versión cinematográfica, y nadie como Spencer sabe manejar una característica tal en un supuesto villano. La conversación, los tira y afloja, la soberbia de Stark, la condescendencia de Steve, la inevitable aceptación de los errores de quienes creen ser «los buenos»… todo funciona como un reloj en el aumento de la tensión hasta que ésta es liberada de la mano de Scott Lang, el Hombre Hormiga perdedor (otro fetiche de Spencer) que tanto debe a Hank Pym. El broche de desesperanza lo pone el final de la historia, revelando que la victoria de la resistencia ha sido meramente pírrica… y que hay un infiltrado en sus filas.
El momento:
Ultrón regresó a la Tierra y, en lugar de volver a intentar destruir a los Vengadores, renunció a ello porque… ya lo estaban haciendo ellos mismos. Este tema se convertirá, por desgracia, en uno de los principales leitmotiv del resto de Imperio Secreto, con constantes subrayados que gritan a la cara de los aficionados que Marvel les ha escuchado y, después de una racha terrible, va a dejar de enfrentar a héroes contra héroes. Pero que sea precisamente uno de los villanos más poderosos de los Vengadores quien tenga que decirlo y que lo haga con un delantal estúpido… no tiene precio.
Imperio Secreto #5
Título original: Secret Empire #5
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Andrea Sorrentino, Rod Reis y Joshua Cassara
Coloristas: Andrea Sorrentino, Rod Reis y Rachelle Rosenberg
Publicación USA: Junio 2017
Publicación España: Octubre 2017 (Panini)
Sinopsis: La Viuda Negra y los Campeones se han infiltrado satisfactoriamente en una instalación de Hydra para recuperar el cuerpo de ¿un anciano? Mientras tanto, como la búsqueda de fragmentos ha resultado infructuosa y decepcionante, la resistencia vuelve a su nueva base secreta… sobre la que comenzará un brutal ataque de Hydra gracias a la información del traidor.
Valoración: T’Challa, reafirmada recientemente su posición en el avance hacia una nueva Wakanda, se mantiene como una «ausencia presente» a lo largo de todo el evento, en buena parte por lo que presenciamos al comienzo de este número: la nación de Pantera Negra posee uno de los fragmentos y se niega a entregarlo… a ninguno de los bandos. Históricamente, el aislacionismo ha servido bien a Wakanda, y esa es la posición que va a defender hasta el final. Este hecho sirve, como escribe Scott Lang a su hija Cassie, como resumen de lo que ha dado de sí la persecución de los fragmentos: el único localizado que les falta ni siquiera pueden obtenerlo; el resto son callejones sin salida que, afortunadamente, Spencer no desarrolla en más números, sino que rellena este con un prólogo largo detallándolos. Destaca aquí la liberación de Shang-Chi con el enfrentamiento entre Hércules y el mutante Gorgón.
Pero el plato fuerte de este episodio es, evidentemente, el ataque a la base de la resistencia gracias a la información proporcionada por un infiltrado que, justo antes de que los helitransportes de Hydra comiencen su ofensiva, parece revelarse como Pájaro Burlón (aunque si leísteis la reseña de las aventuras de Bobbi Morse, sabréis que no es propio de ella). El ataque va precedido de una preparación en la que vemos el estado en que se encuentran los Vengadores de Steve Rogers, siendo especialmente remarcable la respuesta a por qué Thor Odinson está del lado de Hydra: una mezcla entre la confianza ciega de Steve Rogers y las terribles dudas sobre sí mismo y su «dignidad», reflejadas en que no sólo Jane Foster pudo levantar a Mjöllnir, sino que el propio Rogers alzó el martillo cuando él sigue siendo incapaz. Y tras la revelación de este misterio, aún nos queda el de la identidad del anciano liberado por los Campeones… y la identidad del editor que consideró que, de nuevo, Cassara y los colores brillantes de Rosenberg fueran una opción compaginable con el realismo de Andrea Sorrentino y sus tonos apagados.
El momento:
Podría haber sido el bombardeo de la base, podría haber sido la llegada de Cráneo Rojo en el pasaje onírico del otro Steve Rogers, pero la revelación de este secreto a voces es más potente, por intimista, por estar casi de paso: Bruce Banner está vivo y bajo custodia de Hydra. La última vez que le vimos, Rogers se llevaba su cadáver a S.H.I.E.L.D. después de que La Mano lo profanara para sus fines. ¿Su destino? Mirad atentamente la portada de este mismo número.
Imperio Secreto #6
Título original: Secret Empire #6
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Leinil Francis Yu, Rod Reis y Joshua Cassara
Entintadores: Gerry Alanguilan y Leinil Yu
Coloristas: Sunny Gho, Java Tartaglia, Rod Reis y Rachelle Rosenberg
Publicación USA: Julio 2017
Publicación España: Noviembre 2017 (Panini)
Sinopsis: Las fuerzas flaquean entre los que aún sobreviven bajo la cúpula de la Dimensión Oscura en Nueva York, pero no faltará quien aproveche la oportunidad para mejorar su posición. Por otro lado, a base secreta resiste la ofensiva de Hydra… hasta que entra en juego un monstruo gamma. Entretanto, en la Habitación Roja se palpa la disensión sobre matar a Steve Rogers mientras exista la posibilidad de que el resto de la resistencia recupere los fragmentos. Las dudas de Natasha se despejarán con la destrucción de la base y la muerte de la esperanza.
Valoración: No queremos seguir haciendo sangre sobre lo inadecuado de incluir a Joshua Cassara entre los principales dibujantes, pero en este número entrega algunas de sus peores viñetas del evento, acentuadas porque todo el mundo parece tener flemones. Tampoco ayuda que en total contemos con cuatro coloristas, aunque la solidez del guión acaba salvando con nota la papeleta, empezando por la vuelta a la coherencia de Odinson al traicionar veladamente a Hydra dejando escapar a los supervivientes, y terminando por el enfrentamiento directo entre Iron Man y el Capitán América, plagado de ecos a la Civil War original.
Como en aquel evento, ninguno de los bandos sale realmente victorioso de la refriega, aunque haya un claro vencedor: la resistencia es aplastada (¿aplastar? ¿a quién le gusta aplastar?) y dividida, un duro golpe para los que confiaban en la posibilidad de derrotar al régimen totalitario de Hydra; pero Steve Rogers perderá aquí a su Madame Hydra, la figura materna Elisa Sinclair de acuerdo con su historia reescrita y, a su vez, el soporte emocional de Steve en el Alto Consejo de Hydra, repleto de villanos ansiosos de poder y venganza entre los cuales brillaba ella. Las consecuencias de esto se antojan gravísimas, con un Hydra Supremo que ahora carece de correa o freno alguno: los enemigos de Hydra serán destruidos sin piedad.
El momento:
Está plagado de pequeños grandes momentos, destacando la confesión de Tony respecto a su inferioridad (aunque, aparentemente, sea para ganar tiempo), pero éste me llegó especialmente: Clint Barton reencontrándose de forma vívida con su más reciente y doloroso fantasma, la «eutanasia» de Bruce Banner en la Civil War II. Lleva un año lamentando la decisión tomada, cuestionándose irremediablemente, siendo aupado por muchos como un héroe por haber asesinado fríamente a uno de sus amigos. En ese momento, cara a cara con el gigante gamma, acepta su destino, se rinde ante la muerte segura y no hace nada por evitar lo que considera un justo castigo. El corazón en un puño.
Imperio Secreto #7
Título original: Secret Empire #7
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Andrea Sorrentino, Rod Reis y Joshua Cassara
Coloristas: Andrea Sorrentino, Rod Reis y Rachelle Rosenberg
Publicación USA: Julio 2017
Publicación España: Noviembre 2017 (Panini)
Sinopsis: En la estación Alpha Flight ya ha cundido la desesperanza y todos menos Carol Danvers contemplan la retirada. Entre los supervivientes del ataque a la resistencia también cunde el desamparo, derrotados, sin nadie que les guíe. Es el momento para que la Viuda Negra culmine el magnicidio de Steve Rogers frente al Capitolio.
Valoración: Traicionados, exiliados del planeta, exhaustos frente a las oleadas irracionales de chitauri que se estrellan contra el escudo planetario que les aísla… son malos tiempos para ser la última línea de defensa en la órbita de la Tierra y su mayor baza, la nueva Quasar, quedó en coma tras uno de los primeros ataques. Ella es la única razón por la que la Capitana Marvel aún no se ha rendido, pero frente a su cuerpo inerte no puede contener la emoción, pidiendo un imposible. Que el número arranque con esta escena seguida de Cráneo Rojo torturando al otro Steve Rogers en el plano onírico mientras el Hydra Supremo anuncia una nueva dirección con mano de hierro para el país, pinta un escenario que, desde luego, no deja lugar para la esperanza.
Ante este escenario, quien lea este número puede acabar poniéndose del lado de la Viuda Negra, que ya no contempla otra opción que el asesinato, a pesar de que Miles se crea abocado a cumplir su profecía. En este punto, se vuelve incomprensible la importancia dada a la recuperación de aquel anciano que resulta ser Mosaico, el inhumano con poderes de posesión, para crear una triste distracción (pero, hey, había que promocionar el tomo de esa serie cancelada porque nadie compró…). Y otra no-trama que toca aquí a su fin es la del Castigador, convenientemente alejado del evento en su serie propia, vista la práctica inutilidad de su aportación como freno para que Natasha cumpla su cometido a tiempo. Pero nada de esto importa porque hasta la convergencia de dibujantes resulta menos molesta en este número y Nick Spencer escribe el réquiem de la Viuda Negra con un oficio sólo equiparable a la fuerza de la propuesta gráfica de Sorrentino para la escena clave. El resto del número sólo es prólogo para el tercer y último acto del evento: la definitiva reivindicación de Sam Wilson como corazón del universo Marvel y Capitán América de pleno derecho (por última vez).
El momento:
El derrumbe de Carol frente a Quasar, Sam volviendo a vestir el traje… Pero una vez más me dejo llevar por las emociones y lo que me rompe es ver Natasha dejar a un lado su caparazón, su frialdad, su entrenamiento en la Habitación Roja, para evitar que Miles muera o, peor, se convierta en alguien como ella. Las consecuencias no serán poco dolorosas y ver al joven Spider-Man perder el control y desatar su fuerza a golpe de rabia y frustración le marcará de por vida. A él y a quienes se sientan identificados con él al confrontar la profecía.
Imperio Secreto #8
Título original: Secret Empire #8
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Daniel Acuña, Rod Reis y Sean Izaakse
Coloristas: Daniel Acuña, Rod Reis y Java Tartaglia
Publicación USA: Agosto 2017
Publicación España: Diciembre 2017 (Panini)
Sinopsis: Recuperada la confianza en sí mismo y convencido de la necesidad de alguien que levante los ánimos de la comunidad superheroica frente a la debacle, Sam Wilson, el verdadero Capitán América en este conflicto, se alzará por encima de todos para iluminar el camino de la esperanza.
Valoración: Citando a la competencia, «¿Por qué nos caemos? Para aprender a levantarnos». A pesar de Sean Izaakse, que dibuja a la Carol Danvers más fea de la historia, este número es luz (literalmente en el caso de los habitantes de Nueva York). Spencer juega en todo momento con las expectativas emocionales del lector en un número que en su primera mitad nos hace creer que esto es la reconquista, que lo que está por llegar es todo heroísmo, esperanza, reivindicación del papel de los buenos unidos frente a la adversidad… y a mitad de número acribilla a balazos a Sam Wilson que culmina su ascensión cayendo muerto a las profundidades del mar.
Sin embargo, Spencer ya había establecido que el poder del fragmento de Kobik funciona con una profunda manifestación de los deseos de su portador. Por este motivo, la creencia de todos los héroes y heroínas en que aquello era el momento decisivo para luchar con todas sus fuerzas llevará del mismo modo a que Sam sobreviva a su caída y resurja cual ave fénix de las profundidades, coincidiendo con el despertar de la joven Quasar y su destrucción definitiva del escudo planetario. Quienes luchaban bajo la cúpula de oscuridad redoblaron sus esfuerzos, quienes asaltaban las cárceles de Hydra salieron victoriosos, y la Capitana Marvel finalmente descendió a la Tierra para destruir el invernadero que atraía las hordas de chitauri al planeta. ¡Es la hora de las tortas!
El momento:
Este capítulo da lo que promete la portada, el camino iluminado de los héroes y, en un principio, el momento destacado iba a ser el ascenso sonriente de Sam… pero no todos los héroes llevan capa y uno de los personajes a reivindicar en toda la etapa de Nick Spencer es alguien que se ha movido siempre entre las sombras: el intento de redención a ojos de sí misma de Maria Hill es indudablemente uno de los momentos clave del evento que pueden pasar desapercibidos. Su ejecución a sangre fría de Apagón, víctima de la prisión que ella misma ordenó construir en Pleasant Hill, para terminar con la cúpula de la Dimensión Oscura es un momento que le dejará una cicatriz en su frío corazón. Sin embargo, esto la convierte en uno de los personajes más importantes de la saga, subrayando el dudoso mantra que siempre la ha guiado: el fin justifica los medios, y alguien tiene que hacer el trabajo sucio cuando no queda más remedio. Que la localización de Apagón la obtuviera gracias a Wade Wilson es sólo la guinda del pastel.
Imperio Secreto #9
Título original: Secret Empire #9
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Leinil Francis Yu, Rod Reis y Joe Bennett
Entintadores: Gerry Alanguilan, Leinil Yu y Joe Pimentel
Coloristas: Sunny Gho, Rod Reis y Dono Sánchez-Almara
Publicación USA: Agosto 2017
Publicación España: Diciembre 2017 (Panini)
Sinopsis: Mientras descubrimos qué es en realidad el paisaje onírico que habita el Steve Rogers desmemoriado, todos los héroes de la Tierra se alzan finalmente contra los ejércitos de Hydra, desbaratados todos los planes de Rogers y obligándole a tomar acción directa en el combate.
Valoración: ¿Recordáis que he dicho en el número anterior que «¡Es la hora de las tortas!»? Pues… Poco más. Rellenazo brutal de peleas y narración épica innecesaria y machacona sobre lo que ya quedó claro en el número anterior. Es en este número donde más se evidencia el alargamiento forzado de la trama cuando Marvel, ante el éxito comercial del evento, decidió ampliar por un número más la miniserie central. Hay grandes momentos de personajes intercalados con batallas para lucimiento de los dibujantes que, en esta ocasión, se muestran más competentes de lo habitual, si bien los estilos de Leinil Francis Yu, más anguloso y sucio, y los de Joe Bennett, más plástico y claro, siguen sin encajar.
Lo más relevante de este número es el descubrimiento de que, al contrario de lo que pudiera parecer, efectivamente: el Steve Rogers de Hydra ES el Steve Rogers canónico reescrito, y el Steve Rogers del paisaje onírico no es más que la memoria del Steve Rogers anterior a la reescritura por parte de Kobik, un álbum de recuerdos andante habitando en la mente de la niña-Cubo Cósmico. El resto de momentos catárticos son de más baja estofa, como el team-up entre Pantera Negra y un Bucky Barnes que vuelve para patear el culo del Zemo, el hombre que lo ató a un cohete para reventarlo sobre el mar; la reivindicación de los dos Thor, con Odinson rebelándose definitivamente contra Rogers y Jane Foster regresando de su exilio involuntario; o el fin de la pantomima de Sharon Carter frente al Doctor Faustus. La revolución de la nación mutante de Nueva Tian resulta ridícula, porque evidencia el poco interés que tenía Spencer en esa historia, mero escenario explotable en tie-ins que tampoco le dieron demasiada importancia.
El momento:
Siempre nos quedarán las risas. El oscuro sentido del humor de Nick Spencer demostrado en este número como relleno nos trae deliciosos recuerdos de sus Enemigos Superiores de Spiderman. Es por esto que reivindico las breves escenas entre el Supervisor y Eric O’Grady, Hormiga Negra, sopesando sus lealtades al valorar que, contra todo pronóstico, escogieron al bando perdedor, contra todo pronóstico.
Imperio Secreto #10
Título original: Secret Empire #10
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Steve McNiven, Rod Reis, David Marquez, Paco Medina y Ron Lim
Entintadores: Jay Leisten, Juan Vlasco y Ron Lim
Coloristas: Matthew Wilson, Rod Reis y Jesus Aburtov
Publicación USA: Agosto 2017
Publicación España: Diciembre 2017 (Panini)
Sinopsis: Steve Rogers, Hydra Supremo, se incorpora a la batalla final portando la armadura-recipiente del Cubo Cósmico. Todos los héroes sucumbirán y finalmente el Cubo estará completo… para que Kobik, completa, retome el control sobre sus poderes y haga carne el recuerdo del verdadero Steve Rogers.
Valoración: Yo no dibujo en este número porque me pillaba mal de fecha con la tesis y tal, pero juro que me llamaron, como a todo el resto del universo. Cinco dibujantes. Vale, algunos sólo para una splash, Rod Reis está como siempre para los pasajes en la mente de Kobik, y la mayor parte del tebeo corre a cargo de un inspirado Steve McNiven, pero cinco dibujantes, con tres entintadores y tres coloristas. Aunque supuso que no hubiera retrasos, si os molestan estas cosas, os dieron argumentos. Sea como fuere, el conjunto se sostiene sospechosamente sólido gracias a un uso inteligente de las transiciones entre escenas y de que no haya ningún manco en el equipo.
Y argumentalmente, aquí se cierran todas las tramas y se confirma que, tramas e interpretaciones aparte, Spencer no mentía cuando afirmó que el Capitán Hydratado era el auténtico Steve Rogers y que esto no se solucionaría con un deus ex machina. Respecto a lo primero, en este número se lleva a las últimas consecuencias lo planteado en el anterior y Kobik crea un nuevo Steve Rogers a partir de los recuerdos originales del Steve de toda la vida. En otras palabras, el Steve Rogers «canónico» que nace de este evento ya nunca será el Steve Rogers original, sino una creación de Kobik (a pesar de que lo más probable es que nunca nadie vuelva a mencionar este cambio en un tebeo Marvel). Y en cuanto a lo segundo, que se empleen los poderes cuasidivinos de Kobik no lo convierte en un deus ex machina, en tanto que, por definición, no se emplea ningún elemento en la resolución de la historia que no hubiera sido presentado con anterioridad. Es más, el Hydra Supremo Rogers reimagina el mundo a mayor gloria de Hydra y lo que hace Kobik es revertirlo al punto en el que estaba antes de esa reimaginación, con todas las consecuencias de la guerra y la herida abierta de Las Vegas para no olvidarlo. Sólo ha cambiado que ya no existe esa Historia que creyó vivir el Steve reescrito. ¡Olé tus huevos, Nick Spencer, que bien colocados los tienes!
El momento:
La Civil War original (que se parece más a este evento que la propia Civil War II) nos regaló la imagen icónica del Capitán América deteniendo con el escudo los repulsores de Iron Man en una pose simétrica que pretendía equiparar a ambos bandos. Si debemos extraer de aquí otra imagen para el recuerdo, tal vez equiparable en iconicidad catártica a aquél, sin duda sería la recuperación de la imagen clásica del Capitán América, alzando el Mjöllnir como auténtico «digno» (Odinson dice que se va a su casa, que hoy no quiere salir), y propinando el golpe definitivo al reescrito Capitán Hydratado rompiendo la estrella de su pecho y despojándolo así de todo símbolo.
Generaciones: Las Américas
Título original: Generations: The Americas #1
Guionista: Nick Spencer
Artista: Paul Renaud
Colorista: Laura Martin
Publicación USA: Septiembre 2017
Publicación España: Enero 2018 (Panini)
Sinopsis: Epílogo para Sam Wilson de la etapa de Nick Spencer al frente del Capitán América. Kobik envió a la nueva generación de héroes y heroínas a vivir aventuras en el pasado quienes les inspiraron. En el caso de Sam, a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.
Valoración: En apenas un par de viñetas del número #10 de la miniserie central se explicó que Kobik envió a un puñado de personajes a través de algo conocido como «Punto de Fuga» (Vanishing Point en el original) para mostrarles a los héroes originales en su momento álgido y volverse a sentir inspirados para afrontar una nueva y luminosa etapa, con especial atención a la idea del Legado. Sin embargo, el caso de Sam Wilson fue especial, no sólo porque, en tanto que epílogo a la serie de Sam Wilson: Capitán América, es el único número relevante de la cabecera Generaciones (maldigo a Panini por sacarla directamente en tomo; he recurrido a comprarme esta grapa en inglés), sino porque Sam no vivió una aventura autoconclusiva: vivió toda una vida.
Spencer envía a Sam a los años 40 y hace que viva esa vida hasta la actualidad, cuando muere y entonces regresa por el Punto de Fuga a su yo original, todo solemnemente ilustrado por Paul Renaud. Lo que para el resto era una lección puntual sobre legado, inspiración y responsabilidad, para Sam es una experiencia vital completa, un objetivo al que aspirar y una revalorización de su yo. Atrás quedan las dudas y los arrepentimientos por sus acciones: él mismo se siente reivindicado, relevante y una pieza fundamental en el engranaje de la historia. El guionista no podía haberse despedido de mejor manera, con un hombre negro recorriendo la historia de los Estados Unidos, atravesando todos los temas recurrentes de la serie, con especial hincapié en el racial y en la vocación de Sam, un personaje que es ahora muchísimo más grande que cuando se hizo con él. Gracias, Nick Spencer. Gracias, Sam Wilson.
El momento:
Después de toda esa vida vivida, después de tantas batallas, superheroicas sí, pero también puramente heroicas, humanamente heroicas, porque Sam Wilson era, ante todo, una persona normal, el momento que me arranca el corazón es el instante en el que siente que su vida toca a su fin, que ya está viejo y enfermo y es el momento de decir adiós. Ese momento íntimo, en soledad, entre sombras y, sin embargo, sonriente, en el que se deja morir hace que todo este camino haya merecido la pena. ¡Oh, capitán! ¡Mi capitán!
Imperio Secreto: Omega
Título original: Secret Empire: Omega #1
Guionista: Nick Spencer
Dibujantes: Andrea Sorrentino y Joe Bennett
Entintadores: Joe Pimentel y Scott Hanna
Coloristas: Andrea Sorrentino y Rachelle Rosenberg
Publicación USA: Septiembre 2017
Publicación España: Enero 2018 (Panini)
Sinopsis: Epílogo para Steve Rogers de la etapa de Nick Spencer al frente del Capitán América. Steve Rogers fue el Hydra Supremo y transformó Estados Unidos en una dictadura; ahora está en una prisión de máxima seguridad. Steve Rogers fue reescrito por Kobik; ahora la encarnación de sus recuerdos en el cuerpo de otro Steve Rogers visita una prisión de máxima seguridad.
Valoración: Auténtico epílogo del evento en el que se subrayan todos los temas de fondo y las consecuencias de las acciones del nuevo Imperio Secreto. A la historia principal ilustrada por Andrea Sorrentino, se le intercalan prólogos a nuevas series dibujados por Joe Bennett, como la búsqueda de la Viuda Negra por parte de Bucky y Clint Barton (punto de partida del relanzamiento de Tales of Suspense) o la redención de Frank Castle tras su ridículo paso por el bando equivocado (para el paso del testigo de El Castigador de Becky Cloonan a Matthew Rosenberg). Pero, ciertamente, el plato principal es un enfrentamiento dialéctico, una conversación clave, como al final de las dos Civil War, entre los dos Steve Rogers.
El enfrentamiento verbal se saldará con la convicción de que el Steve Rogers de Hydra estaba equivocado, pero su discurso estará plagado de unas verdades incómodas que dejarán un inevitable poso amargo en el nuevo Capitán América. Empezando por la discusión sobre los cargos que se le imputan, ya que, por ejemplo, no dio un golpe de estado, sino que el Estado le dio el poder voluntariamente, además de perdonarle con el cargo cualquier acción previa como «justificada». O el hecho de que, a pesar de que fuera el gobierno quien le otorgó ese poder, una buena parte de la población no sólo lo aceptó, sino que lo aplaudió. Esa es la sociedad que hereda el nuevo Steve Rogers, la América de Trump, salvando las obvias distancias. No se podrá negar que, pese a disolución temática que supone convertir el auge de tu historia en un macroevento con decenas de tie-in, en su íntimo epílogo Nick Spencer ha querido resarcirse dejando claro que se ha mantenido fiel a su discurso, nos guste más o menos. Francamente, se agradece leer una historia desvergonzadamente política en un género que, en las grandes, suele tener que pasar de puntillas si quiere desarrollar un discurso así más allá del chascarrillo puntual.
El momento:
«Les ofrecí poder, y ellos lo tomaron. ¿Qué les ofreces tú?». Esta plasmación de la idea de culpa que debe recaer sobre cierta parte de la población, parte de esa América a la que también debe representar ahora Steve Rogers y que no dudó en abrazar una dictadura. Si el Capitán América debe reflejar los ideales de los Estados Unidos de América, ¿cuáles son esos ideales, que deben englobar a todos, pero que es evidente que los de unos se contraponen a los de otros? El discurso del miedo y del control para garantizar la seguridad, tan presente en los USA post-9/11, sigue arraigado en la mentalidad americana y la ultraderecha es la que mejor lo trabaja, con tintes xenófobos y retrógrados. El ideal de Hydra era WASP, anti-inhumano, desprecia-mutantes… un paraíso blanco y normativo que muchos abrazaron y con los que ahora hay que convivir. Francamente, echaré de menos que Spencer se ocupe de este nuevo escenario, porque Waid no lo va a explorar en exceso, encargado de un back to basics hermoso y anodino.
VALORACIÓN GENERAL
Y con esto termina la reseña, paso a paso, del que creo que ha sido uno de los mejores eventos Marvel de los últimos tiempos, hasta el punto de que, siempre a título personal, sólo lo pondría por detrás de las Secret Wars de Jonathan Hickman (que ya disfruté plenamente en los tiempos de Zona Zhero). Con ellas tiene en común el hecho de que supone la culminación de una etapa extensa (un año menos la de Spencer) abarcando dos series correlativas, Sam Wilson y Steve Rogers, que corrían por separado, pero, a su modo, supieron rimar en temática y trasfondo.
Es evidente que el acercamiento a Sam Wilson fue, desde un principio, a un nivel callejero, terrenal, como el héroe de a pie que siempre había sido, frente a las grandes gestas macroscópicas en las que se veía envuelto Steve Rogers. Así, el periplo de Sam a lo largo de la etapa de Spencer fue uno de constantes victorias y derrotas, con la sensación de que cada paso adelante que daba a favor de una mayor justicia social se le volvía en su contra con dos pasos hacia atrás. La campaña de desprestigio contra él, heredada del Capitán América de Steve Englehart, cuestionaba su poder como símbolo de una nación que no se sentía identificado con esa América diversa, multirracial y de acogida que defendía Sam. La creciente oleada de violencia policial que azotó (y azota) su país, principalmente dirigida a ciudadanos no-blancos, encontró su eco en la serie, con la creación de ese cuerpo de Ameripolicía, de gestión privada y actuando de manera especialmente dura en barrios de minorías étnicas. Esto provocó la reaparición de Rabia, otro superhéroe de la calle que servía para poner en perspectiva el papel de Sam, que se revelaba como un héroe entre dos aguas: demasiado concienciado socialmente con las minorías para apelar a la nación global que debía representar, dando gasolina a sus críticos derechistas; pero demasiado comprometido, sobre todo por la idea del legado, con los grandes intereses de la nación, granjeándose enemistades a pie de calle por no tener los pies en la tierra, en el barrio.
Ante el desencanto y la convicción de que no era querido por ninguno de los dos bandos, y que sus acciones sólo servían para empeorar la situación, su entrada en Imperio Secreto se produjo tras renunciar al manto, retirado de la gran ciudad. Sin embargo, retrotrayéndose a los comienzos de su serie cuando rescató a Joaquín Torres de las garras del Doctor Malus, su papel en los Estados Unidos de Hydra era el inverso al de aquel coyote: ayudar a los desfavorecidos a cruzar la frontera para escapar de la opresión. Los tie-in de su colección exploraban este posicionamiento, su relación con Misty Knight y su sentimiento de culpa por no haber sido capaz de descubrir la traición del que fuera su mejor amigo, ahora un dictador. Ayudando, reticente, a los Vengadores que quedan para encontrar el modo de organizar una resistencia, su arco culminaría con la recuperación, una vez más, con sentimiento, de su traje de Capitán América, símbolo de la esperanza.
Por su parte, los números complementarios de la serie de Steve Rogers se dedicaron a explorar los instantes previos al alzamiento de Hydra y su posterior disposición de gobierno. El primero de esos tie-in, a pesar de estar dibujada por un dudoso trío de dibujantes (incluido el noventero Jon Malin de los Thunderbolts), estuvo cargado de momentos relevantes: la culminación de la venganza de Zemo con el asesinato de Bucky (je…), el envío de Maria Hill a Rick Jones del vídeo que confirmaba la lealtad de Rogers a Hydra, la toma de S.H.I.E.L.D. por parte del Doctor Faustus, o el suicidio de Erik Selvig, ahogado por la culpa en el destino de la niña Kobik. La maquinaria de Hydra ya era imparable y a partir de este momento, Steve Rogers se convertiría plenamente en el villano de la función, sin máscaras ni ambages.
El resto de complementos de su serie explorarían su gobierno, empezando por una punzante entrevista en televisión realizada por la misma periodista que ya cuestionara su vigencia en el mundo contemporáneo durante la primera Guerra Civil superheroica. Una sola cláusula: prohibido hablar de lo ocurrido en Las Vegas. Ciertamente, el concepto de propaganda de las dictaduras, la importancia de la verdad única y la lealtad total al régimen influenciada por los medios de comunicación quedaba de manifiesto. Pero aquí ya se avanzaban las tramas políticas subyacentes que quería tratar Spencer (y que la bestia editorial que devora y digiere todos los temas en un macroevento iba a masticar), con especial hincapié en todos esos americanos que aceptaron de buena gana la implantación del totalitarismo en su país. El desprecio con el que trata a la periodista cuando ésta habla de los trapos sucios del gobierno se sublima con la frase «Estoy seguro de que la gente en Twitter estará furiosa», como crítica a la autocomplacencia del ciber-activismo que no se lleva a las calles y que no concreta con acciones lo que sus palabras defienden. Por su trato a los dignatarios del resto de naciones rivales, encarnados en la compra del silencio mutante en Nueva Tian o la sumisión de Atlantis frente a un Namor cansado de que su reino sea destruido en cada crisis global, se puede apreciar que la mano de hierro del tirano Rogers tiene una estructura sólida detrás, tan sólida que asusta. Sin embargo, es el factor humano, idealista de Steve el que acabará siendo su perdición, frente a la pura villanía de su Alto Consejo. Esto se podrá apreciar en su trato con Odinson para unirse a sus Vengadores de Hydra, pero más claramente en el rechazo de su amada Sharon Carter, que pondrá en palabras la verdad que Steve no quiere oír: el régimen de Hydra es el mismo fascismo contra el que ya luchó una vez.
Entendiendo Imperio Secreto como la culminación de las etapas de ambos Capitanes América, con evidente protagonismo por parte de Steve frente a un Sam de perfil bajo, ciertamente ha quedado una etapa para el recuerdo que, aunque beba temáticamente de etapas anteriores, ha sabido arraigarse en el panorama político-social de la actualidad lo suficientemente como para ser relevante más allá de sus referentes. Consistencia artística aparte, y dejando a un lado los excesos (esa batalla final interminable para ganar espacio y un número más, con clara intención comercial), Nick Spencer ha construido un evento en el que ocurría algo relevante en cada número. Donde los diálogos eran tanto o más importantes que la propia trama. Donde prácticamente todos los protagonistas han tenido un momento para su lucimiento. Y donde su epílogo y sus complementos relevantes han sabido mantener los pies del discurso en la tierra, mostrando a los lectores y lectoras estadounidenses (y a todos aquellos que han escogido un giro ultraderechista en sus parlamentos) la facilidad con la que el fascismo, a través de populismos y falsas necesidades fabricadas, puede penetrar en un gobierno, con alfombra roja, fanfarria y vítores. Como decía la senadora Padme en una de las pocas frases salvables de las precuelas de Star Wars en la fundación velada de otro Imperio no tan secreto: «Y así es como muere la libertad; con un estruendoso aplauso».
Un servidor sólo tiene una persona a la que aplaudir hoy, y esa persona es Nick Spencer.
Y hasta aquí mi repaso al que es, repito, uno de los mejores eventos de la historia reciente de Marvel. Sé que mi opinión no es compartida por todo el mundo, y espero que así sea porque, si no, qué aburrido todo, ¿no? Debatamos en los comentarios, que al fin y al cabo es lo más divertido de este tipo de publicaciones.
¡Compartamos nuestros globos de pensamiento!
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