#Reseñoviembre es una iniciativa que imita al reto de los artistas del #Inktober, pero desde el reseñismo y la divulgación, ofreciendo 30 reseñas en los 30 días del mes de noviembre, a menudo partiendo de unas palabras-estímulo comunes a todos los participantes.
Estímulo: ENGRANAJE
Obra: Death’s Head, de Tini Howard, Kei Zama y Felipe Sobreiro
Motivo: El cazarrecompensas más famoso de Marvel UK está compuesto de un buen puñado de chatarra, cables, engranajes y muy mala baba.
El aprendiz que supera al maestro es, hoy en día, algo tan tópico como que el teléfono móvil de última generación que te acabas de comprar estará obsoleto en un año y estropeado en cinco. Como ocurre con casi todos los electrodomésticos modernos, aunque estos tienen la suerte de no tener consciencia, como el maestro superado por el aprendiz. Cuando, además del inexorable paso del tiempo, se interponen en el proceso manos ajenas y calculadoras que buscan generar mayores beneficios provocando que las máquinas fallen antes de lo previsto para aconsejar comprar una nueva, la situación tiene un nombre: obsolescencia programada. Y este concepto se da en todas las áreas tecnológicas punteras de la actualidad… incluido el mercado de robots asesinos cazarrecompensas.
Marvel UK, la división encargada, primero, de reeditar y, después, de crear su propio material para la Casa de las Ideas en territorio británico, tiene por mayor legado la creación del Capitán Britania (engrandecido por autores de la talla de Chris Claremont, Alan Moore o Alan Davis), de Betsy Braddock (después Mariposa Mental) y el concepto del Omniverso Marvel, agrupados más tarde como Excalibur. Pero este es el apartado brillante, reluciente, educado, y una de las mayores aportaciones del Reino Unido es, precisamente, la suciedad, el gamberrismo y la ciencia-ficción más oscura de la revista 2000 AD. Y de ese caldo de cultivo surgieron otras creaciones entre las que destaca Death’s Head, el involuntariamente sarcástico pero implacable y letal cazarrecompensas metálico.
La creación de Simon Furman y George Senior para un breve arco del cómic de Transformers UK acabó cobrando vida en la editorial con su evolución, Death’s Head II, y ya en el siglo XXI la Marvel americana recuperaría otra versión del personaje como Death’s Head 3.0. Eterno secundario, con una historia editorial complicada y con la sensación de que el tiempo le ha pasado por encima, el Death’s Head original ha vuelto… ¿en forma de bafle? ¿Contra una versión alternativa de su archienemiga? ¿Con los antiguos Jóvenes Vengadores y la quinta versión de sí mismo en su camino? En efecto, la propuesta de la nueva estrella ascendente en Marvel, Tini Howard, y de la dibujante que ha alcanzado la fama gracias a (no puede ser casualidad) los cómics de Transformers, Kei Zama, no es solo un relanzamiento del cazarrecompensas robótico, sino también la recuperación del sector millennial de los Vengadores, con Wiccan, Hulkling y Ojo de Halcón como núcleo. La guinda la ponen las sombras metalizadas del color de Felipe Sobreiro, quien también trabajó (entre otras obras) en Revolution, el crossover entre Transformers, G.I. Joe y Rom y los Micronautas, por lo que sabe cómo trabajar con robots.
En apenas 4 números, las autoras nos comprimen dos historias intercaladas, pero con tramas paralelas y que, sin embargo, se tocan. Porque, ¿qué mejor ejemplo de obsolescencia programada que llamar a tu equipo Jóvenes Vengadores? Billy y Teddy ya no son tan jóvenes, no hay un equipo, Kate se ha independizado trabajando como investigadora privada y hasta ha dirigido otro equipo de Vengadores en la Costa Oeste. ¿Qué le queda entonces a la pareja gay más famosa del Universo Marvel? …echar un vistazo al futuro y provocar que ocurra, aunque eso suponga robar la versión más evolucionada del cazarrecompensas robótico.
Así, Death’s Head lucha por recuperar la relevancia, dentro y fuera de los cómics, con un viaje que le lleva desde el precio que han puesto a su cabeza hasta la destrucción de versiones claramente mejoradas de sí mismo, pasando por ser un adorno en un concierto de Metal (je) y recuperar, a un nivel meta, su voz interior, sin importar los achaques y reinicios que tenga que sufrir por el camino. Enfrente, Death’s Head V, apodado cariñosamente Uve, ha sido dotado de una autoconsciencia y complejidad emocional para hacerlo más efectivo que… lo ha vuelto menos efectivo. Un robot cazarrecompensas de la generación Y, aplastado por el legado de sus antecesores que le obligan a seguir un camino y por la angustia existencial de saberse incapaz y desinteresado en seguirlo.
En un tiempo en el que se acusa al tebeo superheroico de alargar innecesariamente las tramas pensando en el tomo y de no saber valorar la grapa como una unidad de entretenimiento, Howard, Zama y Sobreiro han sabido construir un relato de ciencia-ficción en el que priman la acción y la comedia sobre lo superheroico, sin dejarlo de lado. Un cómic que no parece de Marvel, pero que es netamente Marvel. Y con un hilo temático sobre la vigencia de los personajes de los márgenes que enriquece en sí mismo al universo Marvel, aun siendo una obra totalmente autocontenida. La actualización se ha completado satisfactoriamente, ¿sí?
Death’s Head: Clone Drive,
de Tini Howard, Kei Zama y Felipe Sobreiro
Marvel Comics
Contenido:
Death’s Head #1-4 (2019)
Rústica. 112 páginas. 17€.
Desde el 18/12/2019.
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