#Reseñoviembre es una iniciativa que imita al reto de los artistas del #Inktober, pero desde el reseñismo y la divulgación, ofreciendo 30 reseñas en los 30 días del mes de noviembre, a menudo partiendo de unas palabras-estímulo comunes a todos los participantes.
Estímulo: BOCA
Obra: La última noche, de Rainbow Rowell y Faith Erin Hicks
Motivo: Con la boca hecha agua acabas al ver la variedad de platos y postres que se pueden hacer con una calabaza en esta historia.
El final del verano. Esa época de la adolescencia en la que la vuelta a la normalidad acecha en la esquina y los últimos coletazos de libertad adquieren un carácter mítico, casi onírico, en el que las barreras entre lo posible y lo imposible parecen disolverse. Ése es el instante de los amores inconfesos, de las despedidas que se alargan, y de las últimas oportunidades… El único problema es que esta historia transcurre en otoño, en pleno Halloween, cuando termina la feria de la cosecha de calabaza en la que una pareja de amigos afronta el final de su participación en el evento, porque el año que viene estarán en la universidad. Es La última noche en la que Josiah, en compañía de su mejor amiga Deja, confesará finalmente su amor a… ¿»La Chica Dulce»? Esto va a ser complicado…
Una historia que comienza con un adolescente enamorado de una chica sin nombre a la que lleva viendo durante años suena al epítome de la idealización adolescente, un cliché no tanto de la narrativa juvenil como de la vida misma. Y ese es precisamente el campo (de calabazas) en el que le gusta jugar a Rainbow Rowell. Novelista consolidada dentro de la literatura young adult gracias a obras como Eleanor & Park, Rowell dio el salto a los cómics con renovado éxito de crítica y público gracias a su actual etapa en los Runaways de Marvel, y este año se ha lanzado al mundo de la novela gráfica de la mano de Faith Erin Hicks, estrella del cómic indie y la tira cómica con dos premios Eisner. Este emparejamiento, a la luz de Friends with Boys y The Adventures of Superhero Girl, parecía perfecto para mezclar el angst adolescente con un sentido del humor algo absurdo.
Y lo cierto es que cumple con lo prometido: una noche, un único escenario con infinitos recovecos temáticos en los que las calabazas son las protagonistas y en el que, detrás de cada delicioso plato o dulce, se oculta aparentemente un peligro, ya sea un ladrón de comida, una cabra sembrando el caos o un reloj que no para frente a la última oportunidad de confesar un amor soñado. El guión de Rowell exprime cada nueva situación, sabiendo que la cuenta atrás favorece al ritmo frenético que invita a devorar la obra de una sentada, pero también se preocupa de que los diálogos suenen auténticos y los sentimientos parezcan sinceros. A esto contribuye con gran acierto el arte de Hicks, expresivo y adorable, que hace que te preocupes por los personajes, pese a la aparente sencillez de su trazo y con la contribución inestimable de la cálida paleta de colores otoñales que nos acompañan todo el trayecto.
La última noche no es una obra revolucionaria. Se mueve cómodamente entre los clichés de las novelas adolescentes, tomando cuantos le interesan y descartando cuantos no, para confeccionar un relato que, como mínimo, transmite la calidez de la verdad. Sus personajes viven fuera de la novela y su caracterización así te lo transmite cuando conectas con ellos. Tanto si alguna vez te has enamorado de una persona a distancia, sin conocerla, en base a una versión idealizada que probablemente te defraudaría, como si lo has hecho de alguien a quien tenías más cerca pero esa persona no parecía verte, aquí hay un pedacito de ti, envuelto en una oda a la amistad. Saborea esta obra como un trozo de tarta de calabaza.
La última noche,
de Rainbow Rowell y Faith Erin Hicks
Alfaguara
Contenido:
Pumpkinheads (First Second, 2019)
Rústica. 224 páginas. 17.95€.
Desde el 21/11/2019.
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