«No puedes avanzar por los enjambres de corolas porque el aire disuelve tus dientes de azúcar,
ni puedes acariciar la fugaz hoja del helecho sin sentir el asombro definitivo del marfil.
Allí bajo las raíces y en la médula del aire se comprende la verdad de las cosas equivocadas.
«

Federico García Lorca, «Cielo vivo» (Poeta en Nueva York, c. 1930)

Desde los tiempos de los conquistadores, el colonialismo o, más recientemente, la globalización, uno de los cambios más significativos y al mismo tiempo pasados por alto con más facilidad es la colonización cultural. La homogeneización de las ciudades, los atuendos, las costumbres… para amoldarse a una concepción sesgada del progreso y la civilización tiende a una disolución de los significados, a una pérdida de la fuerza primigenia de los productos de nuestro entorno. Todas las grandes ciudades se parecen, todas las obras artísticas populares se parecen, todas las modas, estéticas y sus complementos se parecen, porque en favor de una univocidad integradora a menudo se ha tendido a una renuncia de la personalidad, cuando no directamente a una imposición violenta (a veces llamada capitalismo) que redefine lo que es para convertirlo en lo que debe ser.

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En pos de un significado hegemónico, se liman las aristas de los significantes que se salen del molde, hasta el punto de ser indistinguibles entre sí. Contra esta concepción monopólica quiso alzarse la pintora Georgia O’Keeffe, buscando una mirada fresca, que no nueva, en la contemplación de la naturaleza, planteando una rebelión sencilla: atravesar la naturaleza con el filo de su yo. Y ahora, con motivo de una exposición retrospectiva de la artista, la autora María Herreros plantea un árido pero estimulante recorrido por la experiencia vital y creativa de O’Keeffe a partir de sus textos y diarios. No obstante, esa aridez carece de connotación negativa, apelando más bien a unos monólogos internos inconformistas, seleccionados por parte de Herreros para construir su particular semblanza, y al calor constante que transmite la paleta de colores terrosos escogida por la autora.

Y es que a la opresión (y supresión) que siente O’Keeffe en la ciudad, en el lugar donde la imposición de formas y significantes es más intensa y marcada por la mano del hombre (que no siempre de los seres humanos en general), le sigue una retirada casi espiritual al campo, a la naturaleza, a su rancho fantasma que tan bien representa la belleza del caos, el caldo primordial. Dicho de otro modo, la realidad en su estado más alcanzablemente puro. Esa parquedad, esa búsqueda del esqueleto, de la raíz del mundo visible que busca resignificar O’Keeffe es la que recoge Herreros en su planteamiento gráfico, que centra el objetivo de su visión en primeros plantos y reinterpretaciones de fotografías para tratar de hacer con la pintora lo que ella hizo con su arte. Porque no es O’Keeffe pretenda representar una realidad pura ni una plasmación fotográfica del mundo, sino que reivindica la mirada del artista, el ojo que mira a través de los agujeros de los huesos y lleva lo que ve a su lienzo, o a sus páginas en el caso de Herreros, que emplea diferentes técnicas de sombreado y difuminación para integrar a su Georgia en esa naturaleza resignificada.

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Siendo así, dentro de un panorama editorial que en los últimos tiempos se ha visto copado de biografías de autores, artistas y celebridades, la Georgia O’Keeffe de María Herreros destaca por incorporar los planteamientos artísticos defendidos por la figura biografiada en las propias técnicas narrativas con las que cuenta su historia. Así, incorporando los textos de la pintora americana, la obra puede ser tanto una biografía como un manifiesto y la reivindicación de una figura que no lo ha sido suficiente. Una invitación a volver a contemplar nuestro entorno y esos paisajes cotidianos que damos por sentados y que pueden adquirir una nueva dimensión si simplemente nos paramos a observarlos, respirarlos y vivirlos con nuevos ojos.



Georgia O’Keeffe
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de María Herreros
Astiberri

Contenido: Georgia O’Keeffe
(Astiberri, 2021)

Cartoné. 128 páginas. 15€.
Desde el 15/04/2021.
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